Es una ausencia tan brutal
que es uno mismo el que no está
y no sentir ningún dolor
es lo que duele más.
Ella es mucho más fuerte que la vida
es la última rima del poema
su voz en todo acorde se la escucha
y con cualquier camino hace esquina.
No hay que pensar ni preguntar
ella es su propia explicación
es el sentido y el motor
de la poesía y el amor.
Ella juega con la carta más segura
no le importan los vaivenes azarosos de la suerte
ahora yo la veo, es la muerte
y acá estoy pagando el precio de mi última aventura.
La nada me espera, vámonos ya.
Mi tiempo terminó.
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