Sospechaban que no solo seria un fugaz encuentro más y lo reafirmaron cuando sintieron a la mismísima muerte acobardarse al verlos en aquella habitación.
Junto con el calor de la excitación de sus cuerpos, la ausencia y los miedos se escaparon cuando abrieron esa ventana.
En él todavía resuena esa última mirada que le saco una sonrisa a su cara, mientras se sintió atravesado por la gloriosa sensación de sentirse deseado.
No existía más nada en ese momento que un deseo profundo porque ella no lo deje de mirar, pues no quería perder existencia.
-Ya no puedo, tengo muchas cosas en juego, Dijo ella.
Él, por su puesto, lo entendió.
Que estupidos! Cómo si el amor entendiera lo que significa ganar o perder.
Él, por su puesto, lo entendió.
Que estupidos! Cómo si el amor entendiera lo que significa ganar o perder.
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