Llueve y debo reafirmarlo mirando fijo las gotas que ilumina el reflejo del alumbrado público.
Todavía recuerdo cuando me dijiste,
-No dejes nunca de invitarme a oler la lluvia.
Me pregunto: ¿todavía sentís que te duele la lluvia?
Si me convencí que la lluvia venía cuando estabas triste y no que la lluvia te ponía triste.
Hoy estoy
Obsesionado
buscando quien fuiste
Perdido
encontrando quien sos
Asombrado
descubriéndome
Desbastado
escarbando mis miserias
Hoy llueve
Hoy llueve y no estás.
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