Nunca es tarde aprender a abrazar el calor de una amistad.
Transitamos caminos diferentes y nos encontramos en el momento exacto, para acompañar nuestros procesos de crecimiento, y atravesar un punto de inflexión.
Entre cielos nublados, días de lluvia y más noches de tormenta el destino nos dice que no estamos solos y cualquier hora es buen momento para acompañarnos.
No podemos cambiar nuestro pasado, pero saber que un amigo te escucha y te acompaña, es resignificarlo.
Nos une una energía especial devenida en ansiedad. Nos une también la pasión de sublimar con la escritura. Nos une. Estamos unidos.
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