viernes, 18 de marzo de 2022

Melancolía



Sin darnos cuenta antes, esa noche, nos percatamos que se habían apagado las estrellas en el cielo y se habían encendido acá en la tierra.

Cuando el cielo se apagó, al encender miles de luces artificiales, vivimos la ilusión que bajaron las estrellas a nosotros.


Olvidamos, con el tiempo, cómo era mirar el firmamento nocturno. Quizás de la misma manera que olvidamos, cómo era la espera del cartero, trayendo la respuesta de una carta, que se escribió hace semanas.


Todo lo que creímos progreso, al final resultó que fue un fracaso. La inmediatez, solo trajo más ansiedad, que pretende ser tapada con algún psicotrópico mientras se esconden los síntomas con algún psicofármaco. 


Entonces, ya nadie se detiene a mirar las estrellas, los cráteres de la luna, ni preguntarse porque existen las mareas, o porque las olas rompen con tanta fuerza contra una escollera. 


 ¿Cuándo fue la última vez que sentiste un abismo en el cuerpo al percibir tu pequeñez en comparación con la magnitud del cosmos?


¿Será que apagamos las estrellas para dejar de pensar en nuestra mísera finitud?


Solo queda la luna y esta melancolía que no se va.

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